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Guía para entender la crisis polítca en Francia… y de Macrón

Francia
20 de junio, 2024 - 5:31 pm
Agencias

La inesperada y sorprendente decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional y celebrar elecciones legislativas  en Francia luego que el resultado de las elecciones europeas confirmaron el pronosticado aumento de la extrema derecha, convulsionó el escenario político francés 

Las próximas elecciones legislativas en Francia, que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio, apuntan a la posibilidad de un nuevo periodo de «cohabitación» para gobernar el país.
Si la formación de extrema derecha Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen, gana los comicios con una mayoría absoluta, el presidente francés, Emmanuel Macron, se podría ver obligado a gobernar con un primer ministro de un partido que se opone profundamente a gran parte de sus políticas. La extrema derecha francesa podría llegar a encabezar un gobierno por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.

Según una encuesta recientemente publicada por la revista Challenges, Agrupación Nacional ganaría las legislativas en Francia con un 34% de los votos en la primera vuelta y podría casi triplicar los 89 diputados que tiene desde 2022. Por su parte, la mayoría macronista pasaría de los 249 asientos en la Asamblea Nacional a entre 125 y 153, con un 19% de las papeletas.

La inesperada y sorprendente decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional y celebrar elecciones legislativas en Francia llegó solo poco después de que cerraran los colegios electorales franceses y de que los primeros sondeos mostraran el pronosticado aumento de la extrema derecha en las elecciones europeas.

En toda Europa fue una jornada electoral especialmente positiva para los partidos de centro-derecha y extrema derecha, mientras que los que más salieron perdiendo fueron los liberales —como el partido de Macron— y los Verdes.

En Francia, Agrupación Nacional aplastó por completo al Renacimiento liberal del presidente francés y al resto de sus rivales. El partido de extrema derecha obtuvo el 31,37% de los votos en las europeas, muy por delante del 14,6% de los sufragios que recibió el partido de Macron.

Según analistas el desafío de Agrupación Nacional es que si llega al poder, cómo va a aplicar su programa electoral. Una parte de su programa es totalmente populista. No se puede hacer y esto, probablemente, es lo que quiere Macron, que si un gobierno de Agrupación Nacional no está a la altura, en las elecciones presidenciales se puede derrotar.

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El riesgo de una parálisis política

La convocatoria de las legislativas hace que Francia se asome a un escenario que no vive desde hace más de dos décadas, la denominada «cohabitación» que país ha vivido hasta en tres ocasiones durante la V República. La Cohabitación se refiere a la convivencia de poderes de distinto signo político, con un presidente y un primer ministro de diferente ideología, aunque no ha vuelto a ocurrir desde Jacques Chirac (1995-2007).

«El principal riesgo (de adelantar las legislativas) es que se produzca una cohabitación, es decir, que el primer ministro sea un rival político de Macron y que eso al final lleve a una parálisis política», aseguró a RTVE.es la investigadora del Real Instituto Elcano (RIE), Raquel García, quien aclara que «no supondría de manera automática que vaya a haber un nuevo presidente francés, sino que son elecciones legislativas que pueden resultar en que haya otro primer ministro».

Un primer ministro contrario a la línea política de Macron podría limitar en gran medida el margen de maniobra del presidente e incluso promovería decretos o leyes contrarias a sus ideas. Durante su Presidencia, Chirac no pudo impedir que se aprobaran medidas como la cobertura de salud universal o la semana laboral de 35 horas.

Si Agrupación Nacional termina haciéndose con la mayoría absoluta en los comicios legislativos, Francia contaría con un primer ministro de la formación de extrema derecha. Marine Le Pen ha dejado claro que su partido designaría a Jordan Bardella, que ha encabezado la lista en las europeas, para el papel de primer ministro, mientras que la líder del partido mantendría su ambición de llegar al Elíseo.

Francia

Marine Le Pen y Jordan Bardellancia

Tras el anuncio de las legislativas, los principales partidos de izquierda franceses han acordado la necesidad de presentar una candidatura única por cada circunscripción para hacer frente al proyecto macronista y al de la extrema derecha.

Por su parte, el presidente del conservador Los Republicanos se ha mostrado a favor de crear una alianza con la formación de Le Pen, algo que ha generado reacciones negativas dentro de su partido.

No extrapolar resultados de las europeas a las legislativas

Le Pen ha llegado hasta en dos ocasiones a la segunda vuelta en elecciones presidenciales en Francia. Su padre, Jean-Marie Le Pen, lo hizo también en 2002.

Las dos veces la líder de Agrupación Nacional fue derrotada por Macron, pero en su último enfrentamiento, la política ultraderechista ya se acercó algo más al actual presidente galo. Macron cosechó el 58,5% de los votos y se impuso a Le Pen, quien obtuvo el 41,5% de los sufragios.

Aunque las encuestas dan como favorita a Agrupación Nacional en las legislativas, está por ver si su victoria se hará realidad y si será tan arrolladora como en las europeas.

«Llevamos viendo numerosos enfrentamientos entre Macron y Le Pen. En las últimas presidenciales y legislativas de 2022 se llegó a unos resultados muy ajustados, en los que nada estaba claro hasta el último momento», comenta García. «Después de muchas convocatorias en las que parece que Marine Le Pen llega al poder, quizá en esta ocasión sí que puede que sea su partido el que consiga un buen resultado en la Asamblea Nacional», añade la investigadora del RIE, y subraya que «no se pueden extrapolar los resultados de las elecciones europeas a las nacionales».

«Las (elecciones) europeas tienen una dinámica de elección nacional de segundo orden en la que los franceses o cualquier ciudadano vota más desde la sinceridad que desde el punto de vista estratégico, o para demostrar el descontento hacia un líder, en este caso Macron», detalla.

En este sentido, el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas, Manuel López Linares, subraya que «no se pueden sacar conclusiones de las elecciones europeas».

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«En Francia las europeas tradicionalmente tienen menor trascendencia porque lo que se elige es una parte del Parlamento Europeo y creen que no tiene tanto impacto como elegir a todo el Parlamento francés. Lo ven como una oportunidad para hacer simplemente un voto de protesta», asegura López Linares, quien también subraya la diferencia entre los sistemas de los dos comicios. «Las legislativas son a segunda vuelta y la segunda vuelta actúa como un filtro contra los extremismos», detalla.

Macron quiere utilizar el miedo a la ultraderecha

El presidente ha convocado las legislativas por temor a que los resultados de las europeas produjeran una parálisis de la legislatura y que se viera obligado a dejar el cargo de manera anticipada, cuando todavía quedan tres años para las próximas elecciones presidenciales —previstas para 2027—, según han afirmado sus asesores.

Macron está apostando a que los votantes reviertan la marea de extrema derecha y demuestren que Agrupación Nacional no puede ganar a nivel nacional.

Captura de pantalla 2024 06 20 a las 9.48.11 a. m«Macron quiere utilizar ese miedo a la extrema derecha como movilizador de los votantes y para crear un tipo de mayoría republicana o de cordón sanitario frente a Le Pen, pero vamos a ver en qué queda», asegura García.

Desde su primera carrera a la Presidencia, Macron se ha presentado como un líder político defensor de Europa y un detractor de la izquierda y de la derecha. El mandatario «ha querido presentarse como un líder especialmente potente en la Unión Europea», comenta la investigadora del RIE. No recomendado para menores de 7 años

Según López Linares, la razón por la que Macron ha tomado la decisión de adelantar las legislativas en Francia sería que si Agrupación Nacional llega a tener un primer ministro, «eso les quita el aura de ‘no hemos tocado el Gobierno, somos la gran solución. Hasta las presidenciales hay tres años en los que es muy probable que estén en el poder. Eso piensa Macron que es bueno porque les va a quitar esa aura, pero es muy arriesgado», añade.

El profesor de la Universidad Pontificia Comillas también cree que Macron piensa que es necesario «hacer todo lo posible para salvar las presidenciales. Que la presidenta sea Le Pen y que lleve la política exterior y de defensa puede ser muy dañino para Francia y su proyección hacia fuera, pero sobre todo también para la UE. Se ve un golpe demasiado duro y que Macron quiere salvar a toda costa. Es una jugada claramente pensada para evitar ese escenario», subraya.

Agrupación Nacional, un partido normalizado como actor político

El partido de Marine Le Pen está ahora bien consolidado y representa a uno de los principales grupos de oposición parlamentaria en la Asamblea Nacional de Francia.

La líder del partido de extrema derecha ha logrado que Agrupación Nacional pasara de conocerse como una formación racista y xenófoba a convertirse en un actor firmemente arraigado en la política francesa.

Durante años, Le Pen ha limpiado la imagen del movimiento fundado por su padre, a quien llegó a expulsar de la formación en 2015 por unas declaraciones que hizo en las que minimizaba la importancia del Holocausto. El partido ha dado marcha atrás en algunas de sus propuestas (las del padre), como la idea de abandonar la Unión Europea.

Más recientemente, durante la campaña de las europeas rompió relaciones con el partido Alternativa para Alemania (AfD) después de que su principal candidato, Maximilian Krah, argumentara que no todos los miembros de las SS —la organización paramilitar del Partido Nazi alemán— deberían ser considerados criminales automáticamente.

«El partido de Le Pen lleva muchos años de estar normalizado como actor político con la voluntad de ella de alejarse de posiciones que generan mayor rechazo», indica García, quien cree que «el crecimiento de la ultraderecha en Francia también tiene que ver con el descontento de los franceses hacia las instituciones».

«Los votantes de Agrupación Nacional no son todos racistas, no son todos xenófobos. Son gente que tiene la impresión de que el Estado los desprecia. Es un voto de protesta», señala a RTVE.es el investigador senior asociado del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB), Francis Ghilès.

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