El debate continúa sobre si el squirting puede llamarse eyaculación. Aun así, los estudios y los expertos han reconocido algunas diferencias clave entre ellos
Mucho se dice sobre la eyaculación femenina y el «squirt», pero la realidad es que se sabe muy poco sobre el tema.
Aunque son muy parecidos, fisiológicamente y químicamente, no son lo mismo a pesar que ambos son productos de elevados estados de excitación.
Aunque alguna vez se pensó que el «squirt» era lo mismo que la eyaculación femenina. Si bien pueden ocurrir al mismo tiempo, muchos investigadores ahora creen que el squirting y la eyaculación femenina son distintos y tienen mecanismos subyacentes únicos (aunque existe cierta controversia al respecto).
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El debate continúa sobre si el squirting puede llamarse eyaculación. Aun así, los estudios y los expertos han reconocido algunas diferencias clave entre ellos.
Ambas funciones varían según la persona en cuanto a la cantidad de fluido segregado, la sensación y otras variables, pero lo importante es saber que ambos fenómenos son totalmente normales y hay que aceptarlos con naturalidad.
La eyaculación femenina es un fluido lechoso y blanco, muy parecido al semen, que se presentan con más facilidad en la mayoría de las mujeres.
Aparece en la fase de excitación, durante el orgasmo o cuando haya finalizado el acto sexual.
Aunque no todas las perciben, por la presión de la pelvis o cuando las glándulas Skene se llenan.
También tiene las mismas propiedades que el semen.
Mientras el «squirt» es la expulsión de una cantidad variable de orina diluida durante la actividad sexual o el orgasmo. Se expulsa a través de la uretra y se parece al agua clara.
Pero a diferencia de la orina no mancha ni tiene olor. Y no está relacionada con la intensidad de los orgasmos.
Cabe destacar que solo el 10% de las mujeres producen este fluido de manera regular y frecuente.
La acción, tan mitificada por la industria pornográfica, es mucho más natural que la manera en la que se presenta. La sexóloga Ruth González, de Terapia Sexo, contaba sobre el ‘squirting’ que las mujeres «tenemos la capacidad de provocar un ‘squirting‘ cuando queramos, pero suele ser involuntario. Si se quiere probar, recomiendo intentarlo a solas, a través de la masturbación».
Se podría hacer en 3 pasos. «Primero, hay que relajarse y no pensar que ese es el objetivo. A continuación, se debe estimular el clítoris y, cuando estemos excitadas, el punto G, que se localiza dentro de la vagina en la pared frontal, a unos de 3 a 5 cm desde su abertura en la vulva». Aunque González apuntó que, «si no se ha conseguido de manera involuntaria nunca, es muy difícil llegar a tener uno».
También es importante explicar que muchas mujeres pueden llegar al orgasmo sin que haya eyaculación o «squirt», a eso se le denomina orgasmo seco.
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